Adentrándonos en los Cárpatos... llegamos a Transilvania (25/03/16)


Un cielo plomizo repleto de nubes nos recibe a nuestra llegada a Bucarest, realizamos los trámites habituales y tras recoger nuestro "carruaje" nos preparamos para abandonar la capital de Rumania y dirigirnos hacia nuestro primer destino: Brasov, en el corazón de Transilvania...



Nuestro carruaje está tirado por caballos,... no muchos, también es cierto ;)

Tras abandonar la periferia de Bucarest y a través de una "autovía" bastante bien asfaltada nos adentramos en las extensas llanuras del sur de Rumania. Observamos a nuestro paso las casas dotadas de modestos tejados de chapa, vemos también a los lugareños que retornan a sus casas tras un duro día de trabajo algunos en bicicleta e incluso otros en pequeños carruajes tirados por caballos.

Poco a poco abandonamos el paisaje llano y la larga autovía por la que veníamos transitando da paso a una intrincada carretera que lenta pero inexorablemente nos eleva hacia las altas montañas cubiertas de árboles que se levantan ahora ante nosotros, los cárpatos se presentan ante nuestros ojos en todo su esplendor...

Es la hora del avituallamiento y pararemos para recoger los víveres que nos harán falta en los próximos días...


Continuamos nuestro camino y una ligera nevada comienza a caer sobre nosotros, la temperatura desciende hasta los -2º C pero el frio no nos afecta, el paisaje es espectacular, las montañas a nuestro alrededor están "alfombradas" con extensos bosques cubiertos de nieve, el panorama del blanco de las montañas sobre el gris del cielo es diferente a otros paisajes similares que podamos haber visto anteriormente; al mismo tiempo los anodinos pueblos que hemos atravesado hasta ahora se ven sustituidos por pequeños pueblos de montaña con bonitas casas algunas de ellas de gran tamaño y que con su profusa decoración y altos capiteles y torreones nos recuerdan continuamente al estilo victoriano de la casa de Norman Bates...

Tras un largo descenso llegamos a Brasov y su enorme extensión nos sorprende, la noche comienza a caer sobre Transilvania y aunque aún no oímos el aullar de los lobos (ni tampoco los pesados pasos de los osos que suelen bajar hasta las afueras de esta ciudad en busca de comida), tenemos ganas de llegar ya hasta nuestro apartamento... tras algunas vueltas y revueltas, llegamos a nuestro destino.

Llega el momento de la cena y de comenzar a degustar los "productos locales"




¿y tras un dia de viaje bastante cansado, que mas se puede hacer en Brasov, el corazón de Transilvania?


Exacto!, ver Drácula de Francis Ford Coppola!!

Buenas noches y dulces sueños...

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