Agra, llegamos al Taj Mahal - (19-08-23)

Si hay un lugar que visitar en el norte de la India, un sitio ineludible al turista, ese es el Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo moderno junto con el Coliseo, Petra,... las Médulas y el estadio de San Mames.

Para ello hemos venido a Agra, ciudad donde se emplaza este mausoleo que mandó construir el Shah Jahan en honor de su mujer preferida, Muntaz Mahal, que falleció mientras daba a luz a su decimocuarto hijo (!!!) en 19 años de matrimonio; Jahan, ahito de dolor comenzó casi inmediatamente la construcción de este mausoleo donde reposarían los restos de su amada esposa... la historia del pobre Jahan no fue muy halagüeña pues fue derrocado por su propio hijo ocupó su trono, metiendo preso al pobre Jahan en el fuerte de Agra donde solo podía ver el Taj Mahal desde la ventana de su celda. Cuando falleció su hijo permitió que sus restos reposaran en el mismo mausoleo donde se encontraban los de su amada esposa...

Así a grandes rasgos se escribe la historia del Taj Mahal, ¿vamos a visitarlo?

Soraya una vez mas ha elegido un hostel perfecto donde alojarnos en Agra, está a 15 minutos escasos andando de la entrada al Taj Mahal... lo suyo es entrar antes del amanecer para ver la salida del sol desde el recinto y observar como sus rayos hacen resplandecer este espectacular edificio...

Lamentablemente hoy el cielo está plomizo, llenito de nubes y la luz no será la mejor para vislumbrar el palacio, además, los trámites para entrar son arduos y pesados y ya habrá amanecido cuando nos plantemos frente a uno de los edificios mas bellos del mundo... no os hacemos esperar mas... ¡tacháaaan!


Y si ya de por sí el mausoleo es precioso... si además añadimos mas belleza a la imagen... vedla despacito y a distancia no os vaya a dar un síndrome de Stendhal...


Nosotros solemos mostrarnos algo excéntricos cuando se trata de visitar lugares ultrasobredimensionados y generalmente nuestra impresión al respecto de dichas visitas suele ser algo menos fervorosa de lo la publicidad transmite... pero en este caso, como ya me había adelantado la Guerra, no es así... el edificio es autenticamente hermoso, desde la distancia parece perfecto en líneas, color y forma, parece algo divino mas que humano... no defrauda el Taj Mahal, no...

Y como lugar ultrafamoso que es, allí que vamos todos a inmortalizar el momento de nuestra visita...

Tanto locales (que pagan por entrar 22 veces menos que los turistas extranjeros)...


...como todos los foráneos, que se disputan cada centímetro de los lugares privilegiados para sacarse la tradicional foto con el mausoleo de fondo, en muchos casos ataviados con vestuario local lo cual ya añade 23 puntos de vergüenza ajena al turista "normalito" que camina con sandalias, pantalón corto quechua, camiseta transpirable (¡la caló que hace aquí!) y visera del Alimerka... en fin...


El mausoleo es visitable en su parte interior pero parece que uno no quisiera llegar nunca hasta su entrada y nos vamos parando y sentándonos para apreciar el monumento desde diferentes ángulos...


Eso si, tampoco hay que dormirse en los laureles... y no porque los responsables del lugar apremien a continuar,... sino por los monos que rondan el lugar y que ¡son de todo menos amistosos! 



Vamos llegando a la entrada al mausoleo... echamos la vista hacia atrás y vemos que no para de llegar gente... no obstante, la amplitud de los jardines y la tranquilidad con que la gente avanza hace que ninguna zona parezca saturada...


Desde la tarima de acceso al mausoleo presenciamos como uno de los responsables del recinto se encarga periódicamente de espantar, palo en ristre, a la manada de monos que fácilmente llegarán a los 40 ejemplares...


Y antes de acceder al lugar,... hay que ponerse unos cubrezapatos... que el Taj Mahal no se mantiene tan limpio así como así...


Cuando estás al lado del edificio te percatas de lo grande que es...



Y aunque, lógicamente, el mausoleo con su belleza "oculta" lo que pueda tener a su alrededor, merece la pena dedicar una mirada a la mezquita que tiene a su izquierda y sobre todo a la casa de huéspedes que se construyó a la derecha y que también resulta muy atractiva a la vista...


Saciados de tanto marmol blanco, decoración en árabe y motivos florales, vamos saliendo del recinto... satisfechos con lo visto y nada defraudados por el Taj Mahal...  

Pasearemos por las inmediaciones de nuestro hotel... por aquí no se llega a ver nada del marmol blanco del Taj Mahal, ni se puede pasear al lado de jardines bien cuidados ni parece que llegue ni un mínima parte de todo el dinero que se ingresa por visitar el Taj Mahal... que cosas... ¿donde acabará todo ese pastizal?



Comeremos en el Good Vibes Café y mientras esperamos que nos sirvan...


Chequeamos el tráfico... un dromedario tuk-tuk hacia la izquierda...


Una "calesa" que persigue al dromedario...


Y ahora que se han encontrado hacen una carrera en sentido contrario... ¡ah, no, que son otros, ji, ji...!


Películas de Bollywood y observar el tráfico en la India, las principales fuentes de entretenimiento que ofrece el país...

Nos despedimos de Agra... del Agra del Taj Mahal con su marmol resplandeciente y sus cuidados jardines... pero también del Agra que no brilla tanto y que huele algo peor... este es el Agra que recibe al visitante que llega en tren a la ciudad...


 India, país de contrastes y reto a los sentidos...

Datos prácticos.

-Cómo llegar: tren desde Jaipur que tarda unas 5 horas

-Dónde dormir: The Coral Court Homestay. Uno de los mejores alojamientos del viaje. Precioso, limpio, tranquilo, con terrazas preciosas y rica comida casera. Encima está a 15 minutos andando del Taj Mahal. La mejor elección!!

-Donde comer:
*Amazing Restaurant. Aquí descubrimos las Pakoras Vegetarianas. Riquísimas!!
*Good Vives Café. Genial para comer y tomarse algo. Tiene una terraza como chula.
*Cenar en el hotel y probar la rica comida casera


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