Rabat, capital de Marruecos... 07.10.10


¡Hoy toca madrugar! el autobús sale con destino Rabat a las 07:00 por lo que sobre las 06:30 nos encaminamos rumbo a la estación de autobús; íbamos a ir en "petit-taxi" pero un pequeño "incidente" de 5 dinares nos quita la idea y vamos en el coche de San Fernando...

El viaje dura 5 horas y se nos hará algo largo... Llegamos a la capital; cogemos un petit-taxi hasta la estación de tren donde compraremos los billetes para mañana (tren + autobús) rumbo a Essaouira.
Hemos llegado sin hotel reservado pero encontramos una humilde y limpia habitación en el hotel 61 Esplendid muy céntrico...


Es hora de comer y nos dirigimos a la Medina... Escogemos un garito recomendado por la Lonely (Rest. Liberation) en la Av. Mohamed V (en la entrada a la Medina) donde comeremos bastante bien y baratito.

Con el estómago ya tranquilo, cogemos un petit-taxi que nos acerque a la torre de Hassan  donde también se encuentra el mausoleo de Mohamed V y Hassan II (padre del actual rey).
La torre es el minarete de un proyecto de mezquita que no se llegó a finalizar y que pretendía ser una de las mas grandes del mundo. La torre se quedó en una altura de 41 mts. (muy por debajo de los 60 inicialmente proyectados) y de la mezquita por los daños provocados por un terremoto solo quedan los pilares... el conjunto resultante es curioso...





Tras "rezar" un poco ante la tumba de Hassan II, volvemos a usar el habitual medio de transporte de Rabat (el petit-taxi) que nos retorne hasta la Kasba (parte amurallada y mas antigua de la ciudad)
El taxista que nos recoge parece llevar 3 semanas estreñido de lo simpático que nos resulta; no obstante nos deja sin problemas en la entrada principal...


El interior de la Kasba con sus casitas encaladas y pintadas de azul nos recuerda a nuestra anterior pueblo, Chaouen; también al igual que esta se caracteriza por sus calles estrechas e intrincadas.



Callejeando llegamos a la parte mas alta donde disfrutamos de unas bonitas vistas al mar; desde nuestro puesto de vigía podemos disfrutar de la playa, los surfers... pero también del auge de la promoción urbanística,... al parecer existe un proyecto de unir Rabat con la cercana localidad costera de Salé.



Tomamos un rico té y unos pasteles en un coqueto bar cercano con una terracita de la que también podemos gozar de vistas al mar...
Acabaremos la tarde callejeando por el zoco de las alfombras y por la Rué des consuls


El paseo ha resultado agradable y nos ha sorprendido, Rabat no nos ha defraudado...



Decidimos cenar en un restaurante italiano, "La mamma" donde degustamos una pizza (con jamón de verdad!!!) y macarrones gratinados.



De retorno al hotel aprovechamos para llamar a casa y dar "señales de vida"

¡Mañana nos vamos a la playa!

Comentarios