Rumbo a Essaouira... 08/10/10


Definitivamente el Hotel Esplendid no hace demasiado honor a su nombre pero al menos nuestra habitación estaba en una zona tranquila y hemos dormido placidamente...

Nos marchamos de la capital,... proximo destino: una bella ciudad al borde del mar, Essaouira...

Desayunamos opíparamente en una pastesserie cercana y con las mochilas bien ajustadas nos encaminamos a la estación de tren de Rabat.



La estación es un edificio moderno, limpio y ordenado... esperaremos la llegada de nuestro tren repasando los siguientes pasos en nuestro viaje...


¡Aquí viene nuestro tren!
El viaje se nos hará largo, la distancia entre Rabat y Marrakech es importante y además allí deberemos coger un autobús que nos acercará a la costa... tras ocho horas de viaje llegamos a la bonita ciudad famosa por sus vientos que por ahora no parecen molestarnos, la temperatura es agradable y el ambiente es tranquilo, el propio de una pequeña localidad costera dedicada a la pesca y el turismo...

Nos alojaremos en Dar Skala, propiedad de Jorge un argentino con el que quedamos en un bar de la plaza principal de la medina.
Jorge resulta ser un hombre simpático que nos dirige hasta su casa, ¡y pensábamos haber podido llegar por nuestra cuenta!,... se encuentra tras un laberíntico trayecto a través de callejones sinuosos y estrechos,... dentro de un oscuro soportal se encuentra la entrada a nuestro alojamiento...


El lugar es muy agradable, con un ambiente marinero y muy rústico, la vivienda tiene varias estancias y nuestra habitación es encantadora, hay que bajar unos escalones para llegar a ella, es grande y con un acceso directo a la estupenda terraza desde la que se puede disfrutar de unas estupendas vistas al mar...

Esta es la entrada a nuestro habitacion...

El tipo de habitación que nos gusta...
Callejones de la medina desde Dar Skala
Se va haciendo tarde y a nuestros estómagos no les interesa demasiado las bonitas vistas, Jorge nos recomendará cenar en un restaurante familiar: "Miyame Resto" donde degustaremos un espectacular pescado con mantequilla de naranja y anchoas rellenas... 


Invitaremos a cenar a Jorge (se ha portado muy bien y el lugar es espectacular); tras la cena callejearemos por la aun atestada medina...

Estamos cansados pero no podemos despegarnos de la terraza, del atardecer, del mar y del sonido de los pájaros...




Dormiremos con el rumor del mar...

Hasta mañana!

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