De Vilnius a... Riga!

Con gran dolor de nuestro corazón, abandonamos Vilnius, nuestro fantastico apartamento y algo mas tarde la propia Lituania para no volver a ella hasta nuestro último dia (que aún queda muy lejos, je, je) en los paises bálticos.

Lo primero que tenemos que hacer es "motorizarnos"; hemos alquilado un coche en una empresa local (Autocom) y tras dejar las llaves a la señora de la limpieza del apartamento (que se acerca hasta nuestro portal conduciendo un Mercedes como un camión de grande ¿?) nos dirigimos en trolebus hasta las afueras de la ciudad donde sobre un concesionario de Seat (!!!) se ubica la oficina de nuestra empresa de alquiler...

Conducir por Lituania no parece complicado, al margen de constatar que los lituanos deben tener un problema congénito de vision que les impide distinguir una línea continua de una discontinua, al margen de eso...no parece que vayamos a tener problemas;
Tras algún que otro rodeo, llegamos a Trakai; en esta zona del pais visitaremos un fantástico castillo construido sobre una isla de las muchas que jalonan una serie de lagos. Estos lagos se presentan ante nosotros durante las primeras horas de la mañana como suaves espejos sobre los que descansa la luz del sol...