Ayer concretamos con el guía del hotel la excursión que
realizaremos hoy a la isla de Rinca, allí conoceremos a la otra especie animal
por la que es mundialmente conocida Indonesia: los dragones de Komodo.
Al igual que los orangutanes de Borneo, los dragones son
autóctonos de esta región y salvo en 4 islas de la zona, no habitan en libertad
en ninguna otra parte del mundo…
Como ya os hemos comentado viajaremos a la isla de Rinca, aunque
los dragones llevan el nombre de la mayor isla en la que habitan (Komodo), es
mas facil verlos en su hermana pequeña Rinca (por ser considerablemente mas
pequeña) Komodo puede resultar frustrante para los visitantes por las
distancias que hay que recorrer para poder ver dragones en su habitat original.
Como veremos a continuación habremos acertado al elegir esta
opción, con el total de dragones que veremos podríamos completar un equipo de
futbol (Athletic Club de Dragones de Komodo), hemos tenido mucha suerte!!!!
Bueno, que me estoy adelantando… rebobinemos y volvamos un
poquito atrás en el tiempo…
Nos acompañaran en nuestra excursión Julianne y Benedictine,
una pareja de parisinos bastante simpáticos y peculiares con los que haremos
buenas migas.
El trayecto desde Kanawa a Rinca dura una hora escasa,
transcurrido ese tiempo, llegaremos al embarcadero de la isla…
Ahí mismo nos recibe nuestro guía, Lottar (que así se llama)
parece tener tantos años como la tierra que pisamos, no obstante, su mirada
está llena de experiencias y nos da la impresión de saber todo (y mas) acerca
de los dragones…
Comenzamos la visita caminando por un sendero ligeramente
elevado sobre la llanura que habremos de atravesar para llegar al centro de
visitantes,
¿Recordáis nuestra extraordinaria experiencia en Borneo
cuando nada mas desembarcar la primera vez del barco y antes de llegar a la
primera plataforma de alimentación un gigantesco orangután se cruzó en nuestro
camino? Pues bien, repetiremos las mismas sensaciones cuando a unas decenas de
metros a nuestra derecha, veremos atravesando la planicie a nuestro primer
dragón,… no es muy grande pero en la distancia resulta impresionante su
caminar, la forma en la que se desplaza, como si bailara, nos dejará
cautivados…
Tras esta gran impresión, llegamos al centro de (“give me your money”) visitantes… un
ranger bien uniformado que se presenta como “uncle Louis” nos empieza a
enumerar las diferentes tasas que tendremos que pagar,… esta por entrar al
parque, esta por el guía, esta por hacer snorkel en las aguas del parque, esta
por una tasa especial del gobierno, esta por papa, esta por mama, esta por el
tio Louis...
O sea que no os preocupeis por si os cansais durante el paseo que vamos a hacer el recorrido bien ligeros con los
bolsillos vacíos de rupias...
Tras el centro de visitantes, tres fabulosos dragones
esperan a los visitantes, cual guardianes de la entrada parecen revisar a todo
el que entra, sus amarillas lenguas olisquean el aire frente a nosotros…
Comenzamos el paseo propiamente dicho, existen varias
opciones (corto, medio y largo), Lottar no nos da a elegir pero tras acabarlo
determinamos que habremos hecho el de longitud media.
Caminamos alternando bosques y amplios claros, enseguida
atravesaremos una zona de grandes agujeros, son los nidos de los dragones, una
hembra parece protegerlos…
Continuamos el camino, al poco tiempo a nuestra derecha, un
ejemplar joven (unos 3 años – 1,20 mts. aprox.) parece querer trepar a un
arbol… en el último momento decide arrepentirse y cambia de idea…
Seguimos caminando, en nuestro trayecto veremos también
“comida potencial” para dragones, macacos, perdices y algún jabalí se presentan
ante nuestra vista…
Otro dragón joven se cruza en nuestro camino y usa el mismo
sendero que venimos recorriendo para seguir su camino…
El recorrido se va acabando, llegamos a un claro donde una
señal ya nos avisa de la habitual presencia de dragones,… Lottar nos dirige a
una zona de sombras entre unos árboles cercanos, allí se encuentran tres
gigantescos dragones, se encuentran tumbados tras una opípara comida
(facilitada por unos visitantes “especiales” que pagaron por dejar a su alcance
lo que parecía una pata de ternera o similar)
Los dragones parecen estar echándose la siesta, asisten
impertérritos a nuestro paso…
Finalizamos el recorrido, hemos visto un total de 11 dragones
y estamos eufóricos, al salir vemos el “depósito” de bastones que usan los
guías para mantener a distancia a posibles dragones agresivos…
Volvemos a nuestro barco, tras una parada en una isla
cercana para comer y hacer snorkel, volveremos a Kanawa donde usaremos la tarde
para descansar y recordar el encuentro con tan fabulosos animales…
Hasta mañana!
Las playas, la comida, los lugareños,los fondos marinos....todo impresionante!!pero esto!!!!oh vaya subidón!!!!!
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