Al encuentro de los dragones... (19/08/15)




Ayer concretamos con el guía del hotel la excursión que realizaremos hoy a la isla de Rinca, allí conoceremos a la otra especie animal por la que es mundialmente conocida Indonesia: los dragones de Komodo.

Al igual que los orangutanes de Borneo, los dragones son autóctonos de esta región y salvo en 4 islas de la zona, no habitan en libertad en ninguna otra parte del mundo…


Como ya os hemos comentado viajaremos a la isla de Rinca, aunque los dragones llevan el nombre de la mayor isla en la que habitan (Komodo), es mas facil verlos en su hermana pequeña Rinca (por ser considerablemente mas pequeña) Komodo puede resultar frustrante para los visitantes por las distancias que hay que recorrer para poder ver dragones en su habitat original.

Como veremos a continuación habremos acertado al elegir esta opción, con el total de dragones que veremos podríamos completar un equipo de futbol (Athletic Club de Dragones de Komodo), hemos tenido mucha suerte!!!!

Bueno, que me estoy adelantando… rebobinemos y volvamos un poquito atrás en el tiempo…

Nos acompañaran en nuestra excursión Julianne y Benedictine, una pareja de parisinos bastante simpáticos y peculiares con los que haremos buenas migas.
El trayecto desde Kanawa a Rinca dura una hora escasa, transcurrido ese tiempo, llegaremos al embarcadero de la isla…



Ahí mismo nos recibe nuestro guía, Lottar (que así se llama) parece tener tantos años como la tierra que pisamos, no obstante, su mirada está llena de experiencias y nos da la impresión de saber todo (y mas) acerca de los dragones…

Comenzamos la visita caminando por un sendero ligeramente elevado sobre la llanura que habremos de atravesar para llegar al centro de visitantes,

¿Recordáis nuestra extraordinaria experiencia en Borneo cuando nada mas desembarcar la primera vez del barco y antes de llegar a la primera plataforma de alimentación un gigantesco orangután se cruzó en nuestro camino? Pues bien, repetiremos las mismas sensaciones cuando a unas decenas de metros a nuestra derecha, veremos atravesando la planicie a nuestro primer dragón,… no es muy grande pero en la distancia resulta impresionante su caminar, la forma en la que se desplaza, como si bailara, nos dejará cautivados…



 Tras esta gran impresión, llegamos al centro de (“give me your money”) visitantes… un ranger bien uniformado que se presenta como “uncle Louis” nos empieza a enumerar las diferentes tasas que tendremos que pagar,… esta por entrar al parque, esta por el guía, esta por hacer snorkel en las aguas del parque, esta por una tasa especial del gobierno, esta por papa, esta por mama, esta por el tio Louis...

O sea que no os preocupeis por si os cansais durante el paseo que vamos a hacer el recorrido bien ligeros con los bolsillos vacíos de rupias...

Tras el centro de visitantes, tres fabulosos dragones esperan a los visitantes, cual guardianes de la entrada parecen revisar a todo el que entra, sus amarillas lenguas olisquean el aire frente a nosotros…






 Comenzamos el paseo propiamente dicho, existen varias opciones (corto, medio y largo), Lottar no nos da a elegir pero tras acabarlo determinamos que habremos hecho el de longitud media.
Caminamos alternando bosques y amplios claros, enseguida atravesaremos una zona de grandes agujeros, son los nidos de los dragones, una hembra parece protegerlos…


 Continuamos el camino, al poco tiempo a nuestra derecha, un ejemplar joven (unos 3 años – 1,20 mts. aprox.) parece querer trepar a un arbol… en el último momento decide arrepentirse y cambia de idea…


 Seguimos caminando, en nuestro trayecto veremos también “comida potencial” para dragones, macacos, perdices y algún jabalí se presentan ante nuestra vista…

Otro dragón joven se cruza en nuestro camino y usa el mismo sendero que venimos recorriendo para seguir su camino…






 El recorrido se va acabando, llegamos a un claro donde una señal ya nos avisa de la habitual presencia de dragones,… Lottar nos dirige a una zona de sombras entre unos árboles cercanos, allí se encuentran tres gigantescos dragones, se encuentran tumbados tras una opípara comida (facilitada por unos visitantes “especiales” que pagaron por dejar a su alcance lo que parecía una pata de ternera o similar)

Los dragones parecen estar echándose la siesta, asisten impertérritos a nuestro paso…









 Finalizamos el recorrido, hemos visto un total de 11 dragones y estamos eufóricos, al salir vemos el “depósito” de bastones que usan los guías para mantener a distancia a posibles dragones agresivos…


Volvemos a nuestro barco, tras una parada en una isla cercana para comer y hacer snorkel, volveremos a Kanawa donde usaremos la tarde para descansar y recordar el encuentro con tan fabulosos animales…

Hasta mañana!

Comentarios

  1. Las playas, la comida, los lugareños,los fondos marinos....todo impresionante!!pero esto!!!!oh vaya subidón!!!!!

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