Cambiamos de nuevo de ubicación, volveremos a coger un barco
pero esta vez será de “cercanías”, nos desplazamos desde Labuan Bajo hasta la
isla de Kanawa a una hora escasa de trayecto en barco.
Nuestra estancia en Wae Cicu ha sido mas que agradable,
hemos descansado y ahora nos toca conocer un nuevo enclave, una isla desierta donde
solo hay unos pocos bungalows, una colina, un montón de arena blanca y un mar
extenso y tranquilo como un plato…
Recordamos la isla de imágenes vistas previamente en Internet, cuando
nos vamos acercando, reconocemos su forma y sabemos que casi hemos llegado…
Desde el embarcadero nos dirigimos a la playa,… nunca (ni
siquiera en Maldivas) recordamos haber visto un agua mas clara, la visibilidad
llega fácilmente a los 4-5 mts. bajo el agua, desde el propio embarcadero somos
capaces de ver las estrellas de mar en el fondo…
Nos inscribimos en recepción y vamos a conocer nuestro
bungalow, las características son similares a otros lugares similares que hemos
conocido en nuestros viajes pero si acaso, el lugar nos resulta algo
desangelado… por ahora no es mas que una sensación, pero en los días venideros
podremos “asentarla” con nuevos datos…
Es hora de comer y el menú deja claro que el que montó este
tinglado es un español…
Comienzo a hacer snorkel, a pocos metros de la orilla se
amontonan (la palabra no está elegida al azar, el número de peces es
increible…) un gran numero de especies marinas diferentes,… veo una morera, peces
payaso, peces angel, infinidad de estrellas de mar… el espectáculo es digno del
mejor cine 3D
El atardecer va cayendo en Kanawa, recorremos de nuevo la
playa en busca de un buen lugar donde esperar la caida del sol
Encontramos nuestras “localidades”, centraditas y al lado
del pasillo como le dijimos al acomodador, solo nos faltan las palomitas pero
será mejor así… con el espectáculo que se avecina, no atinaríamos a comerlas…
Retornamos por la orilla hasta el restaurante, los demás
turistas se encuentran ya cenando comentando sus experiencias y planificando
los siguientes días, nos sentamos bajo el “arbol de las luces”, mirando hacia
ellas rememoramos en tan espectacular lugar algunas de las experiencias vividas
en este viaje…
Tras degustar una mas que agradable cena, nos retiramos a nuestros aposentos, en la puerta de nuestra habitación encontraremos a nuestro portero particular… (un gecko de unos 20 cms!!)
Mañana, excursión a Rinca donde esperamos conocer a la otra fantástica especie animal que habita en exclusiva en Indonesia, el dragón de Komodo…
Hasta mañana!, dulces sueños!
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