Kanawa, arena blanca, snorkel y croquetas... (18/08/15)



Cambiamos de nuevo de ubicación, volveremos a coger un barco pero esta vez será de “cercanías”, nos desplazamos desde Labuan Bajo hasta la isla de Kanawa a una hora escasa de trayecto en barco.
Nuestra estancia en Wae Cicu ha sido mas que agradable, hemos descansado y ahora nos toca conocer un nuevo enclave, una isla desierta donde solo hay unos pocos bungalows, una colina, un montón de arena blanca y un mar extenso y tranquilo como un plato…



Recordamos la isla de imágenes vistas previamente en Internet, cuando nos vamos acercando, reconocemos su forma y sabemos que casi hemos llegado… 



Desde el embarcadero nos dirigimos a la playa,… nunca (ni siquiera en Maldivas) recordamos haber visto un agua mas clara, la visibilidad llega fácilmente a los 4-5 mts. bajo el agua, desde el propio embarcadero somos capaces de ver las estrellas de mar en el fondo…


Nos inscribimos en recepción y vamos a conocer nuestro bungalow, las características son similares a otros lugares similares que hemos conocido en nuestros viajes pero si acaso, el lugar nos resulta algo desangelado… por ahora no es mas que una sensación, pero en los días venideros podremos “asentarla” con nuevos datos…



 Es hora de comer y el menú deja claro que el que montó este tinglado es un español…


Comenzamos el reconocimiento de la isla, la playa es espectacular, kilómetros de agua transparente que prácticamente no se mueve se plantan ante una gran extensión de arena blanca, tras el paseo encontraremos nuestra habitual zona de sol-sombra en la playa. La temperatura es agradable y por ahora no hay casi gente en la playa…


Comienzo a hacer snorkel, a pocos metros de la orilla se amontonan (la palabra no está elegida al azar, el número de peces es increible…) un gran numero de especies marinas diferentes,… veo una morera, peces payaso, peces angel, infinidad de estrellas de mar… el espectáculo es digno del mejor cine 3D







El atardecer va cayendo en Kanawa, recorremos de nuevo la playa en busca de un buen lugar donde esperar la caida del sol



Encontramos nuestras “localidades”, centraditas y al lado del pasillo como le dijimos al acomodador, solo nos faltan las palomitas pero será mejor así… con el espectáculo que se avecina, no atinaríamos a comerlas…




Retornamos por la orilla hasta el restaurante, los demás turistas se encuentran ya cenando comentando sus experiencias y planificando los siguientes días, nos sentamos bajo el “arbol de las luces”, mirando hacia ellas rememoramos en tan espectacular lugar algunas de las experiencias vividas en este viaje…


Tras degustar una mas que agradable cena, nos retiramos a nuestros aposentos, en la puerta de nuestra habitación encontraremos a nuestro portero particular… (un gecko de unos 20 cms!!)



Mañana, excursión a Rinca donde esperamos conocer a la otra fantástica especie animal que habita en exclusiva en Indonesia, el dragón de Komodo…

Hasta mañana!, dulces sueños!



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