Tercer día en tierras francesas, si ayer conocimos Perigueaux, capital del Perigord blanco, hoy nos adentraremos en el Perigord negro (conocido así por el oscuro color de sus bosques y sobre todo por la joya de la corona gastronómica local junto con el paté de oca... la trufa negra)
Nos dirigiremos a Sarlat La Canéda, pequeña ciudad de poco mas de 9.000 habitantes.
Volvemos a recorrer las largas y bien cuidadas carreteras francesas atravesando de nuevo largos y cuidados campos de labranza, multitud de chateaus bellísimos e incluso algún bonito castillo...
De nuevo brilla el sol y aunque las temperaturas a primera hora del día eran bajísimas (2º marcaba el coche cuando salimos en Perigueaux) ahora comienzan a elevarse animadas por la luz del sol...
Tras una hora y vente de ameno trayecto llegamos a Sarlat... no podemos entrar a nuestro hotel hasta las 15:00 por lo que aprovecharemos estas 3 horas que nos restan para comenzar a descubrir la ciudad medieval...
Si Perigueaux ya nos encantó por la riqueza de sus antiguos edificios y sus calles medievales, Sarlat supondrá un nivel aún mas bello en las características medievales de estos cascos antiguos, aun de mucho menor tamaño, posee numerosos edificios bellísimos, intrincados y estrechos pasadizos y arcadas ocultas tras esquinas oscuras que hacen de este pequeño lugar parada obligatoria para el viajero...
No nos cansamos de callejear... llega la hora de comer y el momento de degustar el producto típico del lugar... la oca (en sus múltiples variantes...)
Y es que resultar dificil "escapar" a este producto tan querido por los lugareños... en el menú que íbamos a degustar, como primeros platos teníamos paté de oca, foie-grass de oca o ensalada con mollejas de oca... de segundo filete de oca o (¡sorpresa!) filete de ternera...
El lugar está jalonado de numerosos detalles que hacen muy ameno el paseo del turista... de nuevo vemos una "urna" destinada al book-crossing (nos gustaba mas la cabina de Angouleme, 😉 pero bueno...)
Pasamos al lado de una bonita tienda cuyo interior está dedicado en exclusiva a figuras, artesanía, cuadros... dedicados al animal local por excelencia... como no, el local se llama: "El juego de la Oca"...
Lamentablemente se encuentra cerrado y aunque pasamos en otro par de ocasiones a lo largo del día, no lo encontramos abierto en ninguna de ellas... nos hemos dado cuenta de que los horarios de los comercios y restaurantes de la zona "fluctuan" azarosamente...
Seguiremos caminando y rodearemos la catedral para visitar un curioso edificio...
"La linterna de los muertos", se desconoce con certeza el porqué de tan peculiar construcción que data de 800 años atras y que supone un caso único en toda Francia... |
Tras descansar en el coqueto hotel Saint Albert, volveremos a salir caida ya la noche,... hemos leido que hace unos años iluminaron de una forma muy acertada la ciudad medieval y que el paseo nocturno no defrauda a quien se atreve a adentrarse en estos oscuros callejones...
Este paseo nocturno resulta interesante, casi no hay gente por las calles y nuestro caminar transcurre lento y tranquilo...
Llegamos a la plaza principal donde el Carrusel de Jules Verne ya se ha puesto en marcha para alegría de los niños presentes... y también de los no tan niños... (ya me gustaría a mi darme una vuelta en el Nautilus, uno de los "asientos" de este bello carrussel cuyas partes están ambientadas en diversos artefactos que recuerdan a alguna de las famosas novelas del escritor frances)
La magia del carrusel parece elevarse por encima de los tejados de los edificios medievales... |
Hasta mañana!!
Datos prácticos:
Dormir: Hotel Saint Albert. Place Pasteur en Sarlat. 49€. Hotel que estaba a las puertas de la ciudad antigua y que estaba muy bien. Tranquilo y agradable.
Comer: Le Jardin des Consuls. Rue des Consuls. Menú del día por 13,80€. Muy rico basado en los productos típicos de la zona.
Precioso blogg. Y esto me viene perfecto para la próxima visita al Perigord Negro.
ResponderEliminarNos alegramos q te sirva... Cualquier cosa que necesites, ya sabes, a traves de los comentarios. Un saludo
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