Tayrona, camino del "festival" 09.08.17


4:30 de la mañana, suenan los despertadores, aún no ha amanecido pero una tenue claridad nos acompaña hasta la parte trasera de la ranchería donde una camioneta nos recogerá para llevarnos hasta Ubiria. Mientras vamos recogiendo mas pasajeros, vemos como la claridad aumenta y el desierto comienza a “despertar”, los colores van cambiando y este fantástico escenario se prepara para otro día de “espectáculo...


El viaje será largo y algo incómodo, viajar en la trasera de una ranchera no es como ir sentado en un cómodo asiento de un 4x4 pero iremos distraídos con el sube-baja de “locales”, el vaivén de las mercancías que nos acompañan… en fin,… una experiencia…



 En lugar de llevarnos hasta Ubiria, nos acercan hasta Cuatro Vías que es el lugar donde también iniciamos la entrada hace un par de días.
Allí lo de siempre, regatear y tratar de leer entre líneas las informaciones que nos dan los “gestores de transporte” que por allí pululan a la caza del turista despistado…
Finalmente nos montan en otra ranchera que nos llevará hasta Rioacha… eso si, no hasta la terminal por lo que tendremos que andar unos 300 mts. hasta la misma.


Allí cogemos finalmente un tansporte mas estandar, un bus que nos llevará en unas tres horas hasta la entrada del parque Tayrona.


¡Esto es un festival!, con pulserita y todo…



La entrada al parque hace gala a la modernidad y mas parece que estemos entrando en Port-Aventura que en un lugar sagrado para las tribus indígenas locales…
Tras esperar nuestro turno unos 40 minutos con el numerito en la mano, accedemos al parque.
Tayrona tiene en su interior diferentes zonas donde se puede acampar en tienda de campaña, alquilar una habitación o una hamaca donde dormir… existen diferentes campings, nosotros escogemos el mas cercano a la entrada, Castilletes; (tras el madrugón, el montón de horas de viaje y la espera en la entrada, si nos hubieran ofrecido un cartón y un saco en la cuneta al lado de la entrada allí que nos hubiéramos quedado…

Una furgoneta nos deja a la entrada de Castilletes, a primera vista el camping tiene buena pinta, las tiendas están bastante nuevas, están a pie de playa y el entorno es bastante bonito… otra cosas será cuando vayamos a los baños y las duchas…. dan ganas de prenderles fuego o ponerles una bomba a ver si se deciden a cambiarlos, suciedad, puertas rotas, ningún enganche donde colgar la ropa, azulejos rotos,… nos contentamos con no sufrir ningún accidente mientras nos duchamos o hacemos pi-pi…



Tienda de campaña en primera línea de playa..
Se va acercando la noche, iremos “recogiéndonos” no sin antes disfrutar de un bello atardecer…



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