4:30 de la mañana, suenan los despertadores, aún no ha
amanecido pero una tenue claridad nos acompaña hasta la parte trasera de la
ranchería donde una camioneta nos recogerá para llevarnos hasta Ubiria.
Mientras vamos recogiendo mas pasajeros, vemos como la claridad aumenta y el
desierto comienza a “despertar”, los colores van cambiando y este fantástico
escenario se prepara para otro día de “espectáculo...
El viaje será largo y algo incómodo, viajar en la trasera de
una ranchera no es como ir sentado en un cómodo asiento de un 4x4 pero iremos
distraídos con el sube-baja de “locales”, el vaivén de las mercancías que nos
acompañan… en fin,… una experiencia…
Allí lo de siempre, regatear y tratar de leer entre líneas
las informaciones que nos dan los “gestores de transporte” que por allí pululan
a la caza del turista despistado…
Finalmente nos montan en otra ranchera que nos llevará hasta
Rioacha… eso si, no hasta la terminal por lo que tendremos que andar unos 300
mts. hasta la misma.
Allí cogemos finalmente un tansporte mas estandar, un bus
que nos llevará en unas tres horas hasta la entrada del parque Tayrona.
¡Esto es un festival!, con pulserita y todo…
La entrada al parque hace gala a la modernidad y mas parece
que estemos entrando en Port-Aventura que en un lugar sagrado para las tribus
indígenas locales…
Tras esperar nuestro turno unos 40 minutos con el numerito
en la mano, accedemos al parque.
Tayrona tiene en su interior diferentes zonas donde se puede
acampar en tienda de campaña, alquilar una habitación o una hamaca donde
dormir… existen diferentes campings, nosotros escogemos el mas cercano a la
entrada, Castilletes; (tras el madrugón, el montón de horas de viaje y la
espera en la entrada, si nos hubieran ofrecido un cartón y un saco en la cuneta al lado de la entrada allí que nos hubiéramos quedado…
Una furgoneta nos deja a la entrada de Castilletes, a
primera vista el camping tiene buena pinta, las tiendas están bastante nuevas,
están a pie de playa y el entorno es bastante bonito… otra cosas será cuando
vayamos a los baños y las duchas…. dan ganas de prenderles fuego o ponerles una
bomba a ver si se deciden a cambiarlos, suciedad, puertas rotas, ningún
enganche donde colgar la ropa, azulejos rotos,… nos contentamos con no sufrir
ningún accidente mientras nos duchamos o hacemos pi-pi…
Tienda de campaña en primera línea de playa.. |
Se va acercando la noche, iremos
“recogiéndonos” no sin antes disfrutar de un bello atardecer…
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