Buenos días desde Friburgo... hemos decidido cambiar de planes, hoy pensábamos seguir camino hacia Lucerna pero hemos visto que la meteorología va a cambiar de aquí a 4 o 5 días (justo cuando pensábamos llegar a la zona alpina) así que vamos a girar el volante hacia el sur y vamos a adelantar nuestra llegada a los Alpes... rumbo: Lauterbrunnen, en el valle de las 72 cascadas...
¿Estais preparados? ¿botas, ropa de montaña, bastones,...? ¡pues vamos allá!
Poco a poco el paisaje va cambiando, nos adentramos en zona montañosa,... y no montañas cualquiera, que va, que va... en poco tiempo nos veremos rodeados de monstruos de entre 3.000 y 4.000 mts. de altitud... ¡tela marinera! (o "montañera" habría que decir...😁)
Ya me parece estar oyendo la canción de Heidi saliendo por los altavoces de Diacachimba...
Llegamos a nuestro camping en Lauterbrunnen, el "Jungfraug Camping"... y eso si, olvidaros de los campings que hayáis visitado hasta ahora... este los supera a todos y no solo por su ubicación en un valle espectacular "regado" por multitud de cascadas sino por sus servicios, baños nuevitos con puertas abatibles automáticas, una cocina comunitaria limpia como la patena y una sala para secar la ropa en la que un ventilador emite aire caliente durante 24 horas (!!!) Creo que después de estar aquí, ningún camping le va a estar a la altura...y mira que el de Ginebra nos pareció fantástico....
Una vez "asentados" nos disponemos a aprovechar lo que resta del día para hacer una rutilla caminando por una zona cercana, para ello tendremos que conducir hasta Aeschi donde iniciaremos el paseo que a través de un recorrido circular nos permitirá tomar un primer contacto con los Alpes...
Durante toda la ruta, caminaremos a la "sombra" del espectacular pico Niesen que parece vigilar nuestro camino...
No solo es el Niesen quien vigila nuestros pasos, también este amable y "simpatico" montañero suizo de madera nos indica el camino a seguir...
El camino es precioso, tranquilo y el tiempo acompaña, ni frio ni calor... tipi-tapa, caminamos a través de la "campiña" suiza...
El camino está muy "preparado" (en ocasiones diríamos que demasiado "apto") y en cada cruce hay bancos donde sentarse a admirar las vistas...
No dejamos de asombrarnos de las preciosas y espectaculares casas que tienen los suizos en esta zona... dan ganas de llamar a la puerta para que nos enseñen el interior y ver si es tan bonito como el exterior...
Llegamos al punto intermedio de la ruta, Aeschiried, donde comenzaremos el descenso hacia el punto de partida... no dejarán de hacernos gracia algunas de las cosas que vemos por el camino... como esta señal que avisa a los caminantes del peligro de despendrimiento de nieve de los tejados...
O este carrito decorado con los habituales conejos y huevos de Pascua...
Ya sabíamos lo ordenaditos y meticulosos que son los suizos... pero en ocasiones parece que se "pasan" un poco... hasta para apilar la madera para la chimenea parece que sigan un patrón estético...😄
Y otra cosa que nos llama la atención, son los cencerros de diversos tamaños que "adornan" las fachadas de algunas casas, en ocasiones se agrupan por decenas, de diferentes materiales... ¿serán en recuerdo de vacas que pasaron a mejor vida? 😯
Seguimos caminando, la temperatura es idónea para caminar y aunque el trayecto hasta aquí y lo que ya hemos caminado nos ha dejado algo cansados, parece que queramos ralentizar los pasos para tardar algo mas en llegar y poder seguir disfrutando de este paseo que tanto nos está enseñando...
Y hablando de cosas curiosas... hemos visto ya mas de una "granja" que se dedica a la cría de llamas y alpacas... si, si,... llamas de las del Perú, ni mas ni menos, al parecer usan su lana para la elaboración de prendas de vestir, mantas...
Nos volvemos al camping a descansar un poco y disfrutar de momentos de relax con unas vistas increíbles.
Mañana más Alpes!!
Datos prácticos.
-Camping Jungfrau en Lauterbrunnen. 40€ al cambio. Es espectacular el nivel de los campings de Suiza pero este creo que se lleva la palma. El entorno es increible, mires donde mires hay montaña y cascadas. Los servicios son una pasada: sala de estar, sala de juegos, cocina y comedor, baños y duchas limpísimas, sala para lavar los platos, sala de secado de ropa con aire caliente...y las personas de recepción son fantásticos. Te atienden super bien y te dan un montón de consejos sobre la zona. Además, está en el pueblo de Lauterbrunnen que es un punto estratégico para visitar la zona pues desde él salen teleféricos y trenes hacia los puntos de visita importantes. El pueblo es muy bonito también.
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