Carcassonne - Camino de Dolomitas (02/08/25)

 Una vez mas, nos ponemos "sobre ruedas", con la mochila preparada y con suficiente espacio para almacenar todas las imágenes y recuerdos que capturaremos en este viaje... ¿nuestro destino?... Los Dolomitas... y camino de estos, recorreremos varios enclaves importantes del norte de Italia... ¿nos acompañáis?... Diacachimba nos espera...

Nuestro destino principal en este viaje son los Dolomitas, esas tremendas montañas que se encuentran en el norte de Italia... pero para llegar allí deberemos pasar por importantes lugares que aprovecharemos para visitar (¡como no!)... Nuestra primera parada... Carcassonne

Carcassonne se encuentra en la región de Occitania y presume de ser una de las mas bellas ciudades medievales de Europa... la verdad es que impresiona al visitante nada mas que este se acerca a las inmediaciones de la colina donde se levantan impresionantes murallas y se erigen gigantescas torres...

Occitania es tierra de leyendas, residencia de los antiguos cátaros y zona de intrincados caminos que atraviesan abruptas montañas, lugar ideal para el surgimiento de nuevas religiones, idiomas propios y costumbres llamativas... 

¿Quieres saber mas acerca de los cátaros o albigenses? - Pincha aquí

Pero ni mucho menos nos hagamos una idea equivocada, Carcassonne puede ser todo eso y también un lugar lleno de humor y de luz que atrapa al visitante y le anima a recorrer sus calles...


Primero por la zona mas cercana al río Aude que cruzaremos y comenzaremos la subida que a través de alegres y coloridas calles nos llevará hasta la propia ciudad amurallada...





Tras una suave subida llegamos a la puerta mas conocida y por la que entran la mayoría de visitantes... la Puerta de Narbonaisse, impresionante con puente adoquinado sobre el foso y sus torres flanqueando la entrada...

Pero antes de atravesar la entrada... tenemos que levantar la mirada y honrar con nuestro respeto a la Dama Carcas que preside la puerta de entrada...


Ya sería importante la tal Carcas como para que hoy día conozcamos a la ciudadela como Carcassonne en honor a esta avispada mujer... la leyenda dice que esta princesa sarracena viuda de un guerrero fallecido en batalla consiguió acabar con el asedio de Carlomagno a la ciudad tirando desde lo alto de la muralla un cerdo previamente convenientemente cebado que dio a entender a las tropas de Carlomagno que la población interior estaba hartamente dotada de víveres (cuando realmente no era así para nada, a dos velas estaban, más hambre tenían que el perro de un ciego) y por tanto haciendo inútil continuar con el asedio se rindieron... para celebrar la victoria los habitantes de la ciudad tocaron las campanas y es cuando se dice que Carlomagno expresó. "Carca suena"... y de ahí el nombre de la ciudadela...

Iniciamos


Una vez atravesada la puerta principal seguimos ascendiendo por la atiborrada Rue Mayrevieille llena de turistas, tiendas de souvenirs y variopintos restaurantes de comida rápida... tratamos de huir lo antes posible de esta rue y tratar de inspeccionar las laberínticas callejuelas que recorren la ciudadela...

Así llegamos hasta la entrada del espectacular castillo... si las murallas externas no fueran suficiente motivo para que los posibles aspirantes a invasores se lo piensen mejor, la inaccesibilidad del castillo acaba por desilusionar al tentativo conquistador...


Y de las localizaciones más militares nos vamos a las más religiosas... la Basílica de Saint-Nazaire con un estilo mixto entre el románico y el gótico que si por algo llama la atención es por sus espectaculares vidrieras... el día está cayendo y la luz que ahora es mas suave realza los colores y las imágenes de los rosetones...



Hasta las gárgolas de la parte exterior muestran su admiración con la boca abierta ante la belleza de la basílica...

Pero no todo va a ser caminar y caminar... paramos para tomar un refrigerio y probar una de las cervezas locales... de peculiar nombre...


Continuamos la visita... las altas torres y los robustos edificios parecen no acabarse nunca...




Y poco a poco, así como el sol comienza a despedirse, igualmente nosotrxs deberemos continuar viaje... la pena, nos quedamos sin probar uno de los curiosos platos típicos de Carcassonne... el cassoulet, un guiso compuesto por pato y alubias que requiere una elaboración a fuego lento y que así de lenta pensamos nosotrxs que tiene que ser la digestión de este contundente plato...


Y así nos despedimos de Carcassonne... con la boca abierta por todo lo aquí visto...


¡Hasta mañana!

Comentarios

  1. Muy bien contado, chicos!!!

    ResponderEliminar
  2. Me encantan vuestros relatos de viaje. Parece que estuviera allí, además aprendo un montón. Besos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario